Julio Ramos es un autor uruguayo, nacido el 23 de Octubre de 1975. Desde pequeño, fue apasionado de la lectura y, desde su mas temprana edad (aprendió a leer a los tres años) leyó todo lo que pudo, muy poco de lo que debió y muchas cosas que no.
Empezando la pubertad, se dio su primer intento de incursión en el otro lado de la relación escritor-lector. Tendamos un piadoso manto de olvido sobre esa obra, concedámosle sólo el recuerdo a sus personajes principales (un boina verde – adiestrado, además como ninja -, un ninja y otro boina verde). Algunos años después, se dieron dos hechos que hicieron renacer el ánimo de escribir.
En una de sus habituales orgías de lectura, dio con un ejemplar de la Biblioteca Universal De Misterio Y Terror (aquella con los dibujos grotescos en la tapa), en uno de los cuentos “El misterio del Mary Celeste”, leyó la frase “Las velas se hincharon como buñuelos”. El cuento era malísimo, lleno de lenguaje rebuscado, sobrecargado, pero esa joya coloquial, solitaria en tanta pomposidad, hacía que valiera la pena. Como cuento humorístico.
Julio se dijo: Yo puedo escribir algo mejor que eso. Voy a escribir algo mejor que eso. Promesa que aún permanece incumplida. La segunda cosa importante fue haber leído “Continuidad de los Parques” de Julio Cortázar. Eso fue lo que marcó el sur y norte que guiaron su afán de contar.
El escribir algo menos malo que uno y todo lo cerca posible de la calidad del otro. El primer cuento fue “El último regalo”, a los dieciocho años; con él ganó un concurso. Ese cuento le mostró que podía escribir algo que gustara a alguien más que a sí mismo.
Y ese es el norte ahora.