Tarde

Y me acosté bajo nuestro árbol,
el tiempo pasó.
Y las nubes,
de un lado al otro.
Y un insecto,
zumbido lánguido.
Y atisbos de un aroma,
olvidado hace mucho.
Y un motor,
a lo lejos, impreciso.
Y una hormiga,
sobre la mano que apoyaba en mi pecho.
Y pasaron otras nubes,
altas, dispersas.
Y se acercó la noche,
porque la tarde pasó.
Pero el dolor no.
El dolor no pasó…

Written by 

Leave a Reply