Algunas
Jugaban, corrían las niñasSe deteníanentre las floresSentían su aromaY se quedabancon las más bellasPero no todasNo, noNo con aquellasQue visitaban las mariposas.
Jugaban, corrían las niñasSe deteníanentre las floresSentían su aromaY se quedabancon las más bellasPero no todasNo, noNo con aquellasQue visitaban las mariposas.
Mido el tiempo de tu ausenciaen viejos relojes quemarcan la hora exactasolo dos veces al día
en la mañana la brisa mece la flor de la lavanda
Áureo reflejoEn las aguas serenasSe pone el sol
Duerme la saviaTras los primeros grisesCaen las hojas
Y tras dos pasosse volvió a mirarlaAllí seguíadándole la espaldacon la mirada baja
Y me acosté bajo nuestro árbol,el tiempo pasó.Y las nubes,de un lado al otro.Y un insecto,zumbido lánguido.Y atisbos de un aroma,olvidado hace mucho.Y un motor,a lo lejos, impreciso.Y una hormiga,sobre la mano que apoyaba en mi pecho.Y pasaron otras nubes,altas, dispersas.Y se acercó la noche,porque la tarde pasó.Pero el dolor no.El dolor no pasó…
Se debatíala presa, y el lobo,la obervaba
Despierto, llueve.Mas no afuera, no. No.Llueven mis ojos