Tanka 3
Gotas de rocíoBrillan sobre el pastoEl ave brincaCristales diminutosTitilan en sus alas
Gotas de rocíoBrillan sobre el pastoEl ave brincaCristales diminutosTitilan en sus alas
Viento cansino Acunando las hojas Prestas a caer Nutren desde otoño Reposo y renacer
Nacen las floresCuando es el momentoDe joyas vivasBelleza efímeraSe cubre el cerezo
Estuve un momento analizando lo que acababa de decir y debí reconocer que no tenía derecho a juzgar a nadie, mucho menos a Gary. Su vida fue, como dijera, una sucesión de naufragios, de calamidades que se ensañaron con él cual si fuese un personaje en una tragedia griega. ¿Quién era yo para juzgar un momento de debilidad en un hombre que debía afrontar a diario la carga de la culpa, el dolor y la pérdida?Gary Read More …
Hay gente que cree.Que siente.Que sabe.Gente que sabe, cree y siente.YOQue no sienteNo sabeNi creeMas…
Hay un accidente.En Rosario.Un taxi.Una ambulancia del ejército.Lleva un niño que se quemó.Chocan.El taxi queda con la trompa desecha.La ambulancia cruzó con roja.Porque un niño llora.Quemado.Avanza muchos metros en dos ruedas.Pero no vuelca.No, gracias a Dios.El chofer sabe que no fue él.El que la mantuvo.Fue Dios.Porque el señor ama los niños.Y el Ubaldo pensó lo mismo.La mami le dijo que Dios amaba a los changuitos.Y era la fiesta del día del niño.Y él había entrado Read More …
Cuando las nubes tormentosasOscurecían el cielo de mis díasCuando el frío sin misericordiaAmenazaba clavar sus garras en mi corazónCuando la bruma de la soledadVolvía grises las horas sin silenciosTúSimple, total, plenaTú
“Nuestra vida es un túnel en el que las velas se encienden a medida que avanzamos.Podemos atisbar hacia adelante, mas la tenue luz no sugiere más que vagos contornos.Y si miramos atrás, vemos que a lo lejos las velas cansadas vacilan y se apagan dejando recuerdos en una penumbra de la que no volverán.”
El problema era que el perro ladraba mucho. Demasiado. – ¡Ay, pero la culpa no es del animal! – decían. Como si aquella explicación estúpida hiciera que sus ladridos me dejasen dormir. Tampoco se debía a que los vecinos estuviesen todo el tiempo fuera, pero sí lo estaban en mis horas de descanso. Así que un día hice cuatro o cinco croquetitas y las rellené con los gránulos rojos del veneno para ratas. No sé Read More …
Había sido una mañana tranquila. Un par de llamados por hipertensión, un niño que había recibido una descarga eléctrica y un tipo en moto que había chocado contra una volqueta. Gonzalo se negaba a aceptarlo, pero ese hombre estaba vivo por borracho. – Casi se mata, por borracho – decía. Eso era indiscutible, pero los borrachos tienen un dios aparte, salen con moretones (o la clavícula rota, como en este caso) de accidentes que le Read More …