En una esquina
En una esquinaDe la ciudadLa chicaDevastadaDe rodillasEn posición fetalEn su manoLa correaDel perroSu perroQue acabanDe atropellar
En una esquinaDe la ciudadLa chicaDevastadaDe rodillasEn posición fetalEn su manoLa correaDel perroSu perroQue acabanDe atropellar
Uno de los paseos que más nos gustaba, a Nippur y a mí, era ir al predio de la arrocera; allá, donde el tío Gabino había aprendido a andar en bicicleta. Podíamos jugar, saltar, revolcarnos en las cáscaras de arroz, muertos de risa, sabiendo que no había nada con lo que pudiéramos golpearnos. Cuando uno puede jugar sin preocuparse por su seguridad, la cosa se pone divertida bien rápido. Pero también se pone cansadora y, Read More …
Caminaba despacio entre los árboles del jardín japonés, la luz del sol se colaba entre las ramas y llenaba el estanque de círculos dorados. Un pez Koi nadaba, lánguido, en un agua que no era tan cristalina como cualquiera esperaría, sino casi del color de la canela. Un agua del color del muslo de una mujer deseada. Crucé un puente que remedaba a alguno en Tokio o Kyoto, una cascada murmuraba entre las rocas, agregando Read More …
Un par de llamados, nada más; poco que destacar en una jornada demasiado tranquila.Pero si algo tiene trabajar en la salud es saber que, en instantes, de un día calmo puede devenir el caos.La tarde se enfilaba a un atardecer grisáceo cuando nos llamaron desde un hotel de alta rotatividad. Un hombre nos esperaba y movió sus manos de manera infantil cuando nos vio llegar.Fui el último en entrar a la habitación.Una mujer, desnuda de Read More …
El canal de YouTube “Lecturas amenas” da voz y ambientación a cuentos de diversos autores. Su episodio 61 lo dedicó a mi obra. Espero lo disfruten.
Lo primero que sintió fue el frío. No algo que hiciera que su piel se erizase, pero sí que le haría estirarse a por las sábanas de estar en su cama.Porque no estaba en su cama, y eso, tal vez, llegó a su conciencia antes que la leve incomodidad por la temperatura.Abrió los ojos pero nada pudo ver, una oscuridad densa, impenetrable, lo cubría todo.Entonces, como alguna vez escuchara que los ciegos tenían los demás Read More …
No recuerdo cómo cayó la copa, sólo que tenía vino en mi blusa de estreno.“El baño está clausurado. Por favor, use el de caballeros al otro lado del salón”Me volví como diciendo ¿Puedes creer esto? Pero se había sumergido en su móvil.Cuando salí, lo vi mirar a la puerta del otro servicio.Una mirada furtiva, orgullosamente culpable.Antes de guardar el teléfono leyó con deleite lo que había recibido.Sonrió y levantó su copa en un brindis invisible, Read More …
“Cuando me preguntaban por qué tenía dos retrovisores les decía que era para que no me encandilaran. A veces hasta explicaba que al estar en diferentes alturas el reflejo de las luces podía dar en uno y no en el otro, así podía mirar hacia atrás sin que el brillo de las luces me cegase. Pero no, eran para mirar escotes. O caricias debajo de ellos. ¡Con cada feo salen las más lindas! Yo rondaba Read More …
Dicen algunos que hasta se podrían poner en hora los relojes cada vez que pasa.Cada día, todos los días, a la misma hora.Arrastrando los pies, una pierna barriendo en cada paso un abanico y los brazos atrás, cargando los años, las culpas, los arrepentimientos.Cruza la ciudad, ella, la viejita, la novia, caminando cada vez más despacio hasta el campo.Y lo mira.Lo mira desde lejos, como el exilado mira su terruño, como el devoto a la Read More …
– Finnegan, deberá hacerse cargo de su escuadra. – dijo el capitán Fortswithe – ¿Puede hacerlo o tendré que llamar a alguien más, chief? No había “alguien más”; días atrás, los pacos y las ametralladoras pesadas habían diezmado el regimiento desde casi una milla de distancia. Por eso el capitán hablaba conmigo, apenas un cabo, para que dirigiera la artillería durante el ataque. Pero, aunque nuestros números fueran los correctos, habría aceptado sin vacilar; quería Read More …