Estaba lloviendo y mis amigos y yo nos quedamos en casa para merendar. MamΓ‘ nos preparΓ³ tortas fritas y las comimos con la leche.
De repente empezaron a escucharse los ruidos que hacen los trenes; acΓ‘ no hacen βchucu chucu chucuβ, sino βfuuuiiiiβ, finito.
MamΓ‘ dijo: Chiquilines, ΒΏa quΓ© se parece ese ruido?
El Carlitos que siempre habla sin pensar, dijo ‘‘A la bocina de un auto!!
– No β dijimos todos – no se parece a la bocina de un auto; es mΓ‘s gruesa, como la de un camiΓ³n. La bocina de un camiΓ³n se parece a la de un auto, pero mΓ‘s gruesa, esta termina finito y la de un camiΓ³n, no.
No es como la bocina de un camiΓ³n tampoco.
Juan levantΓ³ la mano como si estuviera en la escuela y dijo: A la sirena de un barco β despuΓ©s hizo que no con la cabeza y se quedΓ³ pensandoβ¦
Nos quedamos esperando para ver que iba a decir- la sirena de un barco no termina finito y esta sΓβ¦
Yo los miraba y no se me ocurrΓa nada; pensΓ© en una vaca, pero las vacas hacen βmuuuuuβ.
Capaz que una vaca triste sΓ, pero si no, no.
Mi hermanito se puso a mirar una de dinosaurios en la tele y eso me dio una idea.
– Se parece a un dinosaurio; un dinosaurio solo y triste. –
Todos estuvimos de acuerdo.
MamΓ‘ sonriΓ³ y se fue a la cocina a prepararle el mate a PapΓ‘.