Ya casi no se hablaban asΓ que decidieron separarse.
Pero, para evitar discusiones, acordaron repartir todo a la mitad.
Exactamente a la mitad.
Todo, hasta los mates.
Y para estar seguros de que tomaban la misma cantidad, no habΓa otra que tomarlos juntos.
AsΓ que allΓ‘ siguen, compartiendo sus mates.
Uno para vos, uno para mΓ; uno para vos, uno para mΓ.
Y allΓ siguen, compartiendo los mates, compartiΓ©ndolo todo.
Como toda la vida.