Sólo los ambombados están seguros
Había acompañado al tío a hacer algunos mandados, y a la vuelta nos sentamos en plaza Batlle a ver la gente que salía de misa. Mucha gente mayor, mucha viuda, por lo que se veía. El padre Espada les daba la mano y dedicaba algunas breves palabras a cada uno de sus feligreses. Salió una compañera de clase con sus padres, el hombre era policía y se comentaba que le pegaba a la mujer. Ella Read More …