La primera vergüenza de mi tío
Una vez había acompañado a mi padre a campaña y me traje una bolsa por la mitá de pitangas. Le llevé unas al tío y quedó chocho. Primero me dijo que trajera “gelo” de la heladera. Cuando volví, había puesto las frutitas en un plato hondo y las había cubierto de agua. Puse el hielo con cuidado de no volcar y me senté. Las chicharras cantaban mientras esperábamos que las pitangas quedaran fresquitas. – Hace Read More …
