La novia

Dicen algunos que hasta se podrían poner en hora los relojes cada vez que pasa.Cada día, todos los días, a la misma hora.Arrastrando los pies, una pierna barriendo en cada paso un abanico y los brazos atrás, cargando los años, las culpas, los arrepentimientos.Cruza la ciudad, ella, la viejita, la novia, caminando cada vez más despacio hasta el campo.Y lo mira.Lo mira desde lejos, como el exilado mira su terruño, como el devoto a la Read More …

Zetting

– Finnegan, deberá hacerse cargo de su escuadra. – dijo el capitán Fortswithe – ¿Puede hacerlo o tendré que llamar a alguien más, chief? No había “alguien más”; días atrás, los pacos y las ametralladoras pesadas habían diezmado el regimiento desde casi una milla de distancia. Por eso el capitán hablaba conmigo, apenas un cabo, para que dirigiera la artillería durante el ataque. Pero, aunque nuestros números fueran los correctos, habría aceptado sin vacilar; quería Read More …

Desesperación

Caminaba, silbando.Rumbo al trabajo.El aire frescoSalado del marSubía, refrescante.Un cielo diáfanoEl sol pleno.El día, una promesa de amor de primavera.Dos policíasMujer uno de ellos.Él pregunta:¿Quién salta en un día como hoy?Mis pasos se hicieron más lentos.Miré hacia atrás.La mujer policíaAlta, gruesa,Tenía los ojos húmedos.Cruzados los brazos,Una mano cubriendo su boca.Frágil.Supe que hablaban de una suicida.No dudéSupe que era mujer.En la esquina tres policías.Hablaban rígidos.Seguí sus miradas furtivas.Una cinta impedía el paso.La explanada del edificioVacía.Un cuerpo Read More …

Una tarde de furia

Miró alrededor con aire incrédulo. Meneó la cabeza como quien, habiendo perdido ya toda fe en la humanidad, descubría que esta aún le seguía decepcionando.– ¿Qué pasó? – – A la madre del niño no le gustó que el padre viniera a la fiesta con su nueva pareja… – Lo vio interrumpir su respuesta para hundir uno de sus dedos en un trozo de pastel pegado a la pared y llevárselo a la boca para Read More …

El detective

Cuando pisó la colilla notó que bajo su pie había otra. No le sorprendió, había estado allí, esperando, por varias horas y, de estar bajo una farola, podría ver al menos una docena de aquellos hediondos bastoncillos blancos.Pero, ¿de qué valdría un investigador privado que esperase bajo la luz de las farolas?De nada, pensó haciendo una mueca. O apenas un poco menos que uno que fumase media cajilla en menos de seis horas.Se recostó contra Read More …