Difícil de explicar
Había sido una mañana tranquila. Un par de llamados por hipertensión, un niño que había recibido una descarga eléctrica y un tipo en moto que había chocado contra una volqueta. Gonzalo se negaba a aceptarlo, pero ese hombre estaba vivo por borracho. – Casi se mata, por borracho – decía. Eso era indiscutible, pero los borrachos tienen un dios aparte, salen con moretones (o la clavícula rota, como en este caso) de accidentes que le Read More …