Siete deliciosos cachorritos
La camada era demasiado grande; no podían quedárselos.Hicieron un anuncio que decía así: Regalamos seis perritos lindos y uno feíto.Regalaron siete veces el perrito feo.
La camada era demasiado grande; no podían quedárselos.Hicieron un anuncio que decía así: Regalamos seis perritos lindos y uno feíto.Regalaron siete veces el perrito feo.
Caminaba, silbando.Rumbo al trabajo.El aire frescoSalado del marSubía, refrescante.Un cielo diáfanoEl sol pleno.El día, una promesa de amor de primavera.Dos policíasMujer uno de ellos.Él pregunta:¿Quién salta en un día como hoy?Mis pasos se hicieron más lentos.Miré hacia atrás.La mujer policíaAlta, gruesa,Tenía los ojos húmedos.Cruzados los brazos,Una mano cubriendo su boca.Frágil.Supe que hablaban de una suicida.No dudéSupe que era mujer.En la esquina tres policías.Hablaban rígidos.Seguí sus miradas furtivas.Una cinta impedía el paso.La explanada del edificioVacía.Un cuerpo Read More …
Miró alrededor con aire incrédulo. Meneó la cabeza como quien, habiendo perdido ya toda fe en la humanidad, descubría que esta aún le seguía decepcionando.– ¿Qué pasó? – – A la madre del niño no le gustó que el padre viniera a la fiesta con su nueva pareja… – Lo vio interrumpir su respuesta para hundir uno de sus dedos en un trozo de pastel pegado a la pared y llevárselo a la boca para Read More …
Cuando pisó la colilla notó que bajo su pie había otra. No le sorprendió, había estado allí, esperando, por varias horas y, de estar bajo una farola, podría ver al menos una docena de aquellos hediondos bastoncillos blancos.Pero, ¿de qué valdría un investigador privado que esperase bajo la luz de las farolas?De nada, pensó haciendo una mueca. O apenas un poco menos que uno que fumase media cajilla en menos de seis horas.Se recostó contra Read More …
Hacía dos o tres años que estaba pasando con buena nota y un día me di cuenta que hasta podía ser escolta y todo. Abanderado era muy difícil, ni hablar de la uruguaya, eso era cosa de los hijos del contador. Esos eran finos para los números, mi padre decía que era porque eran judíos; unas gotas de sangre moshe adentro de uno y las cuentas se le hacen solas, decía. Había dos en Artigas, Read More …
Tosió de nuevo. Meneó la cabeza y un rictus de dolor se le escapó cuando intentó asomarse a ver si le habían oído. Nada se veía alrededor y se dejó deslizar nuevamente tras los escombrosAlgún día tendría que terminar, se dijo, siempre lo había sabido. Incluso cuando, un par de décadas atrás recién comenzaba; lo único seguro era que todo acababa, tarde o temprano. Eso lo sabía desde hacía años, pero, con estos, otra convicción Read More …
Inspiré pero realmente no estaba seguro de qué iba a decir, así que dejé escapar el aire, mis hombros se hundían a medida que el aliento huía de mis pulmones. Ella me miró, desde detrás de la puerta entreabierta. Su mano izquierda a lo largo del borde, su frente apoyada sobre el anillo que le regalara cuando todo era esperanza.– Te va a quedar una marca – dije, torpe. No pareció entender a qué me Read More …
Todo el que visita el pueblo por primera vez pregunta por ella. Y, tal vez porque la respuesta que reciban sea siempre el silencio, es comprensible que la curiosidad nunca se agote. Una tumba, pintada de un inmaculado blanco de cal, pegada al alambrado del cementerio. No en, sino junto al cementerio. Y si uno insiste y pregunta en el boliche, las voces bajan y el ruido del reloj se hace patente. Porque hay cosas Read More …
Por culpa de uno de esos circos que van de pueblo en pueblo, una vez mi abuelo Braulio ‘tuvo detenido por faltarle el respeto a la autoridá. Resulta que fue uno allá, a Artigas.Tenían un forzudo, unos malabaristas, un mono que te peliaba, un mago y hasta un tigre de los de verdá.Mis tíos, que eran muchachones, le pidieron al abuelo Braulio pa ir.El meta decir que no, que no.Que había que trabajar en la Read More …
No es que la escuela estuviese taaaaan lejos, tampoco. Ocho, nueve leguas, capaz; no llegaba a diez. Pero, a veces, se hacía un poco largo en invierno, con los fríos. Había que salir el día antes, y salir medio temprano, cosa de llegar en hora y estar cerca de la puerta cuando la maestra tocaba la campana. Éramos catorce nosotros, bastantes. Es más que diez catorce. Pero no íbamos todos a la escuela porque unos Read More …